Cómo almacenar la pintura

Cómo almacenar la pintura

Acabas de pintar tu casa y ahora no sabes cómo almacenar la pintura que te ha sobrado. Tampoco quieres tirarla porque puedes necesitarla más adelante para realizar algunos retoques o emplearla en otro espacio, como el trastero o el garaje. Para conservarla sin miedo a que se estropee, solo has de seguir una serie de consejos muy sencillos. Son los seis que hemos reunido para ti en este post. ¡Toma buena nota!

1. Busca el envase idóneo

Si la cantidad de pintura que pretendes guardar es inferior a la del envase que la contiene, busca otro más acorde con su tamaño. No porque la coloques en su contenedor original se va a mantener en mejor estado. Mientras menos aire contenga, menos peligrará su conservación.

Puedes recurrir a una botella de plástico (como las de agua mineral), pero procura que esté limpia, seca y sin restos de su contenido anterior. También te servirá un recipiente que se cierre herméticamente. Un truco que puede ayudarte es introducir dentro una canica de cristal. Cuando vayas a volver a usar la pintura, únicamente tendrás que agitar el envase para que esté preparada para su reutilización.

2. Asegúrate de cerrar bien la tapa

Este es un paso clave. Aunque te parezca que la tapa de la lata o del recipiente que estés empleando está bien cerrada, cerciórate de que realmente es así. Hazlo con firmeza y no dudes en dar unos golpes con ayuda de una herramienta. Un martillo es ideal en el caso de usar la lata en la que hayas adquirido la pintura.

Esta es la forma de conseguir que no existan fugas ni entre nada de aire en su interior. De lo contrario, su contenido acabará secándose y no te servirá para nada cuando lo necesites de nuevo.

3. Pon el recipiente boca abajo

Una vez que hayas cerrado la lata o el recipiente, te toca dar un nuevo paso. No te preocupes, pues no requiere de dificultad alguna. Es tan sencillo como darle la vuelta al envase para que se apoye sobre la zona de cierre.

El hecho de ponerlo en esta posición no es casual. Este es el modo de que la pintura que contiene el recipiente contribuya a su sellado. En consecuencia, no habrá ningún espacio por el que se cuele el aire. Este tip sobre cómo almacenar la pintura está especialmente recomendado si vas a guardar barnices y esmaltes.

4. ¿No sabes cómo almacenar la pintura? Colócala en un espacio seco

Con su envase perfectamente cerrado y colocado del revés, llega el momento de guardarlo. ¿Dónde? Lo fundamental es encontrar un espacio seco dentro de tu hogar o en cualquier otra dependencia, como puede ser un trastero.

Por otro lado, es muy importante que ese sitio esté oscuro y presente una temperatura ambiente constante. En este sentido, procura que esté a salvo de cambios bruscos de frío o calor como resultado del cambio de estaciones o del uso de calefacción.

Nosotros te recomendamos que te decantes por unos estantes de metal o de plástico. De este forma, reducirás al máximo su oxidación.

Si tienes alguna duda, consulta las instrucciones del fabricante, las cuales aparecen reflejadas en el recipiente original.

5. No la mezcles con agua

El producto que pretendas conservar para una próxima ocasión no debe mezclarse con otros elementos. Ni el agua ni los disolventes contribuirán de ninguna manera a su correcta conservación. Todo lo contrario.

Conforme vaya pasando el tiempo, la mezcla resultante se pudrirá. Lo comprobarás al volver a abrirla y descubrir su desagradable olor. Por ese motivo, es conveniente que solo mezcles con agua la pintura que vayas a utilizar. Además, deberás desechar la cantidad sobrante que ya la contenga.

6. Cómo almacenar la pintura: etiqueta cada recipiente

Si has decidido cambiar de recipiente para guardar la pintura que te ha sobrado en uno de menor tamaño, no olvides etiquetarlo. Coloca una pegatina en el nuevo envase en la que hagas constar el código de color de la pintura, su marca o cualquier otra información de interés. Si necesitaras volver a comprarla, tendrías constancia de las indicaciones con las que ir al comercio que la pone a la venta.

También puedes escribir en qué espacio de tu vivienda la has empleado. Por ejemplo, en el salón o la cocina. Así, cuando necesites realizar un retoque, la encontrarás de inmediato y no habrá forma de que te equivoques.

En resumen, estas son las principales recomendaciones que has de seguir para conservar la pintura en perfecto estado. Síguelas, una a una, para garantizarte el éxito de tu labor.

Ahora que ya sabes cómo almacenar la pintura, no dudes en guardar aquella que te sobre cada vez que pintes un espacio. Te será muy útil cuando decidas volver a gastarla, al mismo tiempo que evitas la generación de residuos